LA BIPOLARIDAD

UN TRASTORNO QUE NO TIENE CURA DESDE LA "SUPUESTA" CIENCIA CONVENCIONAL
LA CIENCIA DICE:
El trastorno bipolar es una afección de por vida.
El trastorno bipolar requiere tratamiento con medicamentos de por vida, incluso durante los períodos en los que te sientas mejor. Aquellas personas que se saltan el tratamiento de mantenimiento tienen un mayor riesgo de que reaparezcan los síntomas o de que los cambios menores en su estado de ánimo se conviertan en episodios completos de manía o de depresión.
BIPOLARIDAD
En este articulo os voy a exponer la triste historia de una mujer que ha vivido parte de su vida diagnosticada de un “Trastorno Bipolar”, tal y como se le llama a esta enfermedad psicológica desde la ciencia convencional, para la cual, la psicología dice no tener tratamiento ni cura, y la psiquiatría la trata como es su proceder para la mayoría de los problemas, con medicamentos agresivos con gran perjuicio para la salud mental y física.
Esta es la ciencia con la que cuentan todas las personas con problemas psicológicos que no tienen cura o tratamiento.
Es decir, si te diagnostican Bipolaridad, la verdadera ciencia no tiene cura, y la única forma de tapar, esconder u ocultar el problema es con medicamentos.
Y si alguien te resuelve el problema de la Bipolaridad, y con ello te convierte en una persona sana y libre, ¡cuidado! Que será seudociencia, aunque te curen…
Os voy a contar la experiencia que tuve con una mujer que la diagnosticaron de Bipolaridad.
A esta mujer, aunque no es su verdadero nombre, la llamaré Claudia.
Durante toda la vida Claudia ha tenido problemas de despersonalización, cambios bruscos de personalidad, etc. Pero siempre durante breves espacios de tiempo, hasta que llegó a la edad de 35 años donde empezó a tener grandes conflictos, todos los años, durante un espacio de tiempo tenía momentos de euforia, y momentos depresivos acompañados de sensaciones de despersonalización.
Durante este espacio de tiempo, el pasado le invadía su vida, es como si retrocediera por momentos a la niñez, infancia y pubertad, quedando atrapada en ese espacio tiempo de su vida presente.
Cada vez estos ciclos supuestamente bipolares, se manifestaban con más frecuencia, hasta que finalmente con 40 años, Claudia optó por visitar a su primer psicólogo, este profesional, sin tan siquiera saber de dónde procedía el origen de su problema, o explorar un poco en su vida, tan solo por lo que Claudia le manifestó, enseguida le diagnosticó de “bipolaridad” y le dijo que era un trastorno que no tiene cura ni tratamiento, así que la envió al psiquiatra, Claudia, no convencida con su rápido dictamen, acudió a otro “especialista” de la psicología, en menos de una hora en base a lo que esta mujer le relató, sin más preocupaciones, le diagnosticó lo mismo, y la envió de nuevo al psiquiatra.
Es sorprendente ver la rápida respuesta de ambos profesionales por contar un breve relato de lo que te sucede. Parece ser que en base a lo que le cuentas, deben de tener unas tablas donde rápidamente te diagnostican el problema y te etiquetan con él.
Ahora entendemos el motivo del porqué esto es considerado como ciencia.
Finalmente, Claudia, tuvo que aceptar ir al psiquiatra.
Este gran científico, sin tomarse la molestia de sacar sus propias teorías, se basó al 100% en lo que los grandes profesionales en psicología la habían diagnosticado con anterioridad.
Así que, sin pensárselo ni un minuto mAs, sacó su bloc de recetas y empezó a darle una pastillita para cada mal que pudiera tener Claudia, dando por hecho que esa era la solución más acertada.
Lo mejor de todo no es que le prescribiera una buena cantidad de “caramelos” qué sin ser consciente Claudia, le irían perjudicando sus órganos vitales poco a poco sin resolverle ningún problema…. Lo mejor fue, que le dijo que debería de tomarlos de por vida.
¡¡Claro!! Cuando me lo contó Claudia, enseguida lo entendí, para que necesitaban estos profesionales resolverle el verdadero problema o causa de su supuesta bipolaridad, si con estos medicamentos que debería de tomarse de por vida, ¡no iban a permitir que dichos problemas se manifestaran!
Y por supuesto que dichos medicamentos le fueran dañando sus órganos vitales, le apagaran la alegría, le quitaran las ganas de vivir y pareciera un zombi en vida, no pasaba nada, ¡claro que no!, lo importante es que el problema no se manifestara y quedara oculto, tapado… ese problema del que nunca supieron cual fue, pero eso no era lo importante.
Que contentos tienen que tener a las farmacéuticas estos científicos de la salud, y que poco deben de querer las farmacéuticas a estos seudocientíficos que intentan resolver el problema de las personas yendo al origen de la causa libre de fármacos.
Claudia, siguiendo las instrucciones de este psiquiatra, gran profesional y científico, así lo hizo.
¿O deberíamos de llamarlo comercial farmacéutico? ¿ciencia o seudociencia?
Que cada cual valore…
Tego que deciros que para cuando Claudia visitó a estos profesionales, a mí todavía no me conocía.
Claudia empezó a tomarse toda la medicación prescrita, siendo una buena chica y obediente, y tengo que deciros que, fue asombroso, ya que mientras se tomaba esa cantidad de medicamentos, ¡no tuvo recaída ninguna! ¡Fantástico!
Ahora, eso sí, era una zombi viviente, tenía una mirada opaca, una mirada sin vida, sin alegría, y realmente su día a día era muy triste, sin ganas de vivir la vida.
¡Pero recaídas no tuvo! El problema estaba resuelto.
Y mi pregunta es… ¿Cómo iba a recaer si apenas sabía quién era?
Claudia con 55 años, 15 años medicándose a sus espaldas… un día, su médico de cabecera le dijo que no podía seguir tomando esas pastillas todos los días, ya que su organismo se estaba viendo muy afectado, vaya!!
¿Esto se lo diría y advertiría su psiquiatra hace 15 años?
Así que, Claudia siguiendo las órdenes de su médico de cabecera dejó de tomarlas.
Todo iba bien, pero pasado un tiempo, empezó a recaer, a tener ciclos de despersonalización hasta el punto de no saber quién era… la cosa había empeorado, el problema se había agravado, y esos 15 años de pastillas diarias no le habían resuelto nada.
Así que cuando tenía una recaída volvía a tomárselas, una y otra vez, así estuvo durante 3 años más. En total 18 años perdida sin que nadie le diera una solución, solo tenía dos opciones, no tomarlas y no dañar más sus órganos y ser una persona normal durante un periodo corto hasta la próxima recaída, o tomárselas, y dejar de tener recaídas, dañando de nuevo su organismo y convertirse en una zombi viviente.
Algo que angustiaba a Claudia cada día, durante sus últimos 18 años.
Sin que a nadie le preocupara lo más mínimo de donde procedía su problema, únicamente lo tapaban con medicamentos y más medicamentos.
¿no os parece esto algo terrible?
EL ENCUENTRO
A la edad de 58 años, Claudia, por mediación de un conocido, llegó a mis manos.
La cual me contó todo su problema, todo lo que había vivido durante estos últimos 18 años y que ya no podía más…
Yo le realicé además de escuchar sus últimos 18 años, una anamnesis “entrevista” de toda su vida, desde sus primeros recuerdos en la niñez hasta su edad adulta, y pude darme cuenta de la vida tan caótica que había tenido, que sin iniciar sesión alguna, podía entender perfectamente su despersonalización y mucho otros problemas, solo necesite dos horas escuchando con cariño y preocupación a esta mujer para poder como mínimo entender que pudiera tener problemas…
¿y como no los iba a tener… si su niñez, infancia y pubertad fue un absoluto terror?
Seguida de una juventud y madurez terrible por el diagnostico que le dieron…
De verdad, ninguno de los dos psicólogos a los que fue, ni el psiquiatra pudieron darse cuenta de este hecho… ¡increíble!
Me encontré a una mujer sin ilusión, desesperada, angustiada, atrapada en un mundo sin esperanza sabiendo que su problema no tenía solución ni cura.
Y que debería de estar toda la vida entre dos bandos, el médico de cabecera que le decía déjate las pastillas o tendrás serios problemas de riñón y otros… y su psiquiatra que le decía si no te las tomas, tu “bipolaridad” ira a más, y cada vez será peor.
¡Qué horror! Os imagináis el dilema de esta mujer, pues como ella, hay millones de personas en el mundo en la misma situación, diagnosticadas por una ciencia que ni entiende ni comprende el origen del mismo.
Enfermedades psicosomáticas las llaman, en vez de aceptar que no tienen ni idea del problema. Psicosomático es = a no tengo ni idea de lo que le sucede…
EL RESUMEN
Para ir resumiendo, a Claudia le hice un Análisis de la Conciencia, durante la sesión expandió su conciencia y resurgió su problema, “la causa” y no revivió una experiencia de hace 1000 años, ni fue egipcia, ni se vio en la Luz.
Revivió, resolvió y sanó todo lo que su inconsciente había registrado en su niñez, infancia y pubertad, cuando fue maltratada en multitud de ocasiones, viviendo en una familia desestructurada donde tuvo que hacer de madre con tan solo 7 años cuidando de sus hermanos pequeños mientras su padre se emborrachaba y su madre se ausentaba para no responsabilizarse de la situación.
Esa era la causa de su “Bipolaridad” eso que no tiene cura ni tratamiento.
Cuando revivió cada uno de los traumas que se habían registrado en su inconsciente durante su niñez, infancia y pubertad, y los hizo conscientes, los trabajamos y resolvimos. Claudia comenzó a vivir con 58 años.
Solo necesité 2 horas para escucharla en su primera sesión, y dos horas más intensas de Análisis de la Conciencia para liberarla. Mientras que la psicología no supo hacerlo, y la psiquiatría la ha estado atormentando con infinidad de medicamentos robándole su vida durante casi 18 años dañándole sus órganos vitales.
Ahora, Claudia, es una mujer nueva y libre, han pasado 3 años desde el Análisis de la Conciencia, y jamás ha vuelto a tomar un medicamento, y no ha tenido ninguna recaída, y por supuesto sus órganos vitales ya no se ven afectados por los efectos secundaros de tanto tratamiento farmacológico.
Parece ser que sí que tenía cura…
LA VERDADERA IGNORANCIA NO ES EL DESCONOCIMIENTO, SINO EL RECHAZO A ADQUIRIRLO
El conocimiento de los diferentes estados de conciencia y su verdadera procedencia, puede ser uno de los más importantes logros intelectuales de la historia de la humanidad, pese a ello las áreas profesionales y científicas aplicadas a la vida de las personas, tales como la Psicología, la Medicina, o la Educación no lo han incorporado en sus temas de investigación y formación, tanto en universidades como en colegios profesionales, lo que no deja de ser profundamente llamativo. Esta flagrante omisión repercute en la sociedad y las instituciones.
Y la “ciencia” convencional y materialista, seguirá pensando que todo esto que ni entiende ni comprende es pseudociencia, la psicología seguirá manifestando que ciertos problemas no tienen cura o tratamiento, basándose en lo que el paciente les relata, la medicina seguirá diagnosticando enfermedades psicosomáticas, la psiquiatría seguirá ocultando y tapando los problemas con medicamentos muy agresivos para la salud física y mental.
Pero nosotros, como seudocientíficos seguiremos en nuestra línea ayudando a todas estas personas que tienen enfermedades psicosomáticas y problemas psicológicos que no tienen cura, a que sean hombres y mujeres sanos y libres.